Amor salvaje

Un amor salvaje
llega desde abajo, donde beben,
la misma dosis de amargura.

Quisieron ser, odiando lo mejor de sí mismos.

Cada mañana, antes de la borrachera de la tarde,
recuerdan que aspiran a la gloria.

Solteros de la fama,
marchitaron entre la zalema
y «corre ve y diles».

Harold Alvarado Tenorio