Alba
Cuando llegue el verano
      no visites los palacios imperiales
      ni lleves lilas a la Puerta de Tiananmen.
Recuerda cuando en las playas de Cayo Juan,
      los desiertos de la Guajira,
      la serpiente de agua del Amazonas,
      las altas piedras de San Agustín,
      la vasta plaza española de Villa de Leyva
      y las noches y los días de treinta y tres 
      lunas interminables conocimos el amor.