Cabaret
Que el poema la retrate
      sólo como la viste en el tiempo
      que quiso darse a tus ojos y a tu alma.
Hecha de la dura memoria de la carne,
      mostraba la astucia y el candor
      de quien presentía
      la huella que deja otro corazón.
Así la deseabas.
Querías someterte al desdén que promete
      el oro de la juventud.
Estabas dispuesto
      a sufrir el rigor de sus ojos de hembra
      del mejor cabaret: la vida.
Para Patricia Cáceres